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Roma > La República Tardía

La República Tardía se inició en el 133 a. C. y terminó en el 30 a. C. cuando Octaviano, futuro Augusto, quedó como dueño de Roma. Aunque puede ponerse como fin el año 44 a. C. con el asesinato de César, ya que en los años 43-31 a. C. las formas de gobierno republicano estaban ya mal.

 

Tras las victorias y la expansión territorial y la consiguiente acumulación de riquezas, Roma experimentó un cambio tan rápido que vio amenazada hasta la propia existencia de la sociedad romana. La ciudad de Roma prospera, y se convierte en un imán para la población rural, que ahora estaba en crisis, por lo que la ciudad se llena de gentes. La brecha entre ricos y pobres aumenta. A medida que la sociedad romana se iba polarizando, también lo hacía la escena política. La facción popular (los populares) apoyaba los planes de acción para ayudar a los pobres. Aunque los miembros de esta facción eran aristócratas, adoptaban una postura populista. Sus oponentes políticos eran los optimates ("grandes hombres"), que se oponían a la postura progresista de los populares. 

 

 

La obra de los hermanos Graco

 

Los problemas de la inmigración y de la pobreza a los que Roma se enfretaba no pasaron desapercibidos por ambas facciones. Así, Tiberio Sempronio Graco fue elegido tribuno de la plebe en el año 133 a. C., junto a otros nueve tribunos (los tribunos de la plebe eran 10). Propuso una reforma agraria por la que se limitaba la ocupación de tierra del "ager publicus" (cada posesor no pudiera disponer más que de 500 yugadas hasta un máximo de 1000, siendo la tierra restante devuelta al Estado) y crea nuevas parcelas para los campesinos. Pero un grupo de senadores, contrarios a la política de Tiberio ya que en su mayoría eran terratenientes, acabó con su vida y la de un amplio número de seguidores, arrojando su cadáver al Tíber. Su hermano Cayo continuará su política diez años después.

 

 

 

 

 

 

 

Durante los nueve años transcurridos el Senado no había abolido las leyes graquianas y el censo había aumentado en 80.000 nuevos ciudadanos que contaban con una parcela de tierra que trabajar. De esta manera se iban eliminando las desigualdades, derivadas del período de conquistas.

Cayo Graco fue elegido tribuno en 123 a. C. y continuó el programa de Tiberio, radicadizándolo al proponer el establecimiento de nuevas colonias en el sur de Italia y norte de Africa, y propuso una ley frumentaria que establecía la venta mensual de trigo a la plebe a un precio muy bajo. La ley se aprobó, ya que nadie quería un enfrentamiento con la masa ciudadana.Otra de las leyes que obtuvo aprobación fue la ley militar, que reducía el tiempo del servicio militar y cargaba el equipo del soldado en los gastos del Tesoro público.

Hay que señalar que Cayo Graco presentó una nueva ley (de tribunis reficiendis) autorizando la relección para el tribunado, a la cual se acogió al año siguiente para poder ser nombrado tribuno de la plebe nuevamente.

 

 

 

 

 

 

Los Hermanos Graco: Tiberio y Cayo

Los hermanos Graco: Tiberio y Cayo Sempronio Graco. Aunque pertenecían a una familia aristocrática romana, integraban la facción política de "los populares"  y buscaron, a través de sus reformas agrarias, mejorar la vida de las clases más pobres. 

Así, en el 122 a. C. hizo votar la ley judicial que permitió que el orden ecuestre jugase un nuevo papel político. Los jurados permanentes vigilaban la conducta de los magistrados provinciales, pero estos jurados eran monopolizados por el Senado. Graco rompió con este monopolio en estos tribunales e introdujo, por ley, a los caballeros. 

 

En esta dirección de anexionarse fuerzas políticas, en este caso los caballeros, como soporte de su programa político, Cayo logró que se aprobara otra ley de impuestos, en la que se atribuyera la concesión a los caballeros de los impuestos procedentes de la nueva provincia en Asia (el exreino de Pérgamo), entonces la más rica de las provincias.

     Las dos últimas propuestas fueron la concesión de la ciudadanía romana a los propietarios itálicos más ricos y la ciudadanía latina a todos los demás. Pero es derrotado en la cuestión de la concesión de la ciudadanía a los itálicos. La masa de ciudadanos romanos, celosa de sus privilegios y temerosa de perderlos si la concesión de la ciudadanía romana se ampliaba, comenzó a retirar su apoyo a Cayo Craso, y la oposición senatorial pasó a la ofensiva. En el curso de violentos desórdenes, Cayo Graco en su huida se hace matar por un esclavo (121 a. C.)

De Mario a Sila 

 

Mientras los optimates se hallaban comprometidos en destruir la obra de los Graco, fuera de Italia la ineficacia de los mandos militares desvelaba un grado de corrupción de los gobernadores provinciales. Este grado de corrupción se demuestra en el reino de Numidia bajo Yugurta, cuando éste es capaz de mantenerse en el poder mediante la compra de oficiales militares y civiles romanos. Numidia era un reino norteafricano, situado cerca de Cartago, considerado un reino satélite de Roma. Su importancia radicaba en los numerosos intereses comerciales que Roma tenía allí. Cuando empezaron a ser  asesinados gran número de negotiatores romanos asentados en la ciudad, el Senado romano se vio forzado a declarar la guerra a Yugurta (111-105 a. C.) Entre los años 111-107 a. C. los ejércitos romanos fueron derrotados. Solo Cayo Mario (cónsul en el 107 a. C.) logra poner fin a la guerra. Mario celebró su triunfo en Roma, llevando delante de su carro a Yugurta, que será ajusticiado en la cárcel.

 

 

Durante el consulado de Mario, éste reforma el ejército (102-101 a. C.): se constituyen milicias profesionales; ciudadanos romanos sin censo son llamados al servicio de las armas, suprimiendo la noción de riqueza, e hizo entrar a los prletarios en el ejército; asignación de parcelas de tierra a los veteranos. Mario creó el ejército profesional: 16 años obligatorios. Adoptó como táctica la cohorte (unidad táctica compuesta de varias centurias), agrupando 3 manípulos (secciones de la cohorte) (hastati - los más jóvenes-; principes -edad madura-;, triarii -legionarios experimentados-). En tiempos de Mario la Cohorte estaba formada por 600 hombres.

Mario vence a los cimbrios y teutones (Aquae Sextiae, 102 a. C. y Vercellae, 101 a. C.) pueblos procedentes de la Galia que estaban dispuestos a invadir la Península Itálica. 

En el año 100 a. C. es elegido de nuevo cónsul (por sexta vez) y ahora intenta obtener la aprobación de un nuevo programa de colonización, pero no consigue su propósito como consecuencia de unos graves disturbios callejeros, que de momento ponen fin a su carrera política. 

Cayo Mario

Cayo Mario (157-86 a. C.)  Político y militar romano durante la República. Fue nombrado cónsul en siete ocasiones, y realizó una de las más importantes reformas del ejército, adoptando como unidad táctica la Cohorte (compuesta de varias centurias)

En el 91 a. C. Marco Livio Druso, es elegido Tribuno de la Plebe; lucha por la aprobación de las leyes agrarias de los Gracos y por el reconocimiento de la ciudadanía romana a los itálicos. El Senado rechaza las propuestas; Druso es asesinado. La muerte de Druso desencadenó la llamada Guerra Social (91-88 a. C.). El objetivo de los insurgentes itálicos ya no era tanto el deseo de obtener la ciudanía romana, frustrada con el asesinato de Druso, sino el ansia de obtener la propia independencia de Roma. Las comunidades itálicas sublevadas constituyeron un Estado federal, dotándose de una organización calcada de la romana. La capital provisional de los insurgentes fue llamada Itálica (designación que cayó en la ciudad de Corfinium). Finalmente los romanos se ven obligados a concederles la ciudadanía (lex Plautia Papiria).

 

Lucio Cornelio Sila

En el 88 a. C. Lucio Cornelio Sila es nombrado cónsul. Los intentos de Cayo Mario por arrebatarle el control del ejército que debía combatir a Mitrídates VI de Ponto - uno de los estados helenísticos que se constituyeron después de la muerte de Alejandro Magno - (Guerras Mitrídaticas (88-83 a. C.)) le llevaron a marchar sobre Roma y restaurar el statu-quo anterior por la fuerza de las armas, siendo la primera vez que un ejército romano expugnó la propia Urbe. Sila asume el mando en Oriente y derrota a las tropas de Mitrídates al que obliga a firmar la Paz de Dárdanos (84 a. C.) anexionándose los territorios conquistados. 

Mario había huido a África pero regresó de su exilio y reclutó un ejército de seis mil hombres que se dirigieron a Roma. Originaron una autentica matanza; las cabezas de los senadores fueron paseadas por la ciudad. Sila fue depuesto y sus posesiones confiscadas.

 

 

 

Lucio Cornelio Sila (138-78 a. C.) Político y militar de la era tardorrepublicana. Fue dictador de Roma durante dos años (82-80 a. C.) Tras realizar una reforma legislativa, dejó la vida pública y se retiró. 

Pero tras ocupar Grecia, Sila regresó a Roma donde había estallado la lucha entre populares y aristócratas. Numerosos aristócratas se unieron a Sila enfrentándose a los populares dirigidos por Mario el Joven. Sila obtuvo la victoria en la batalla de Puerta Colina (81 a. C.) entra triunfalmente en Roma con las cabezas de sus enemigos.

Sila será nombrado dictador, y durante dos años gobernara de forma autocrática. Comienzan las proscripciones contra los populares. Como dictador, impone una reforma de la constitución; la Ley Valeria concede a Sila la autoridad absoluta para reorganizar el Estado. Amplia el Senado, abolición de la censura y debilitamiento del tribunado de la plebe. El régimen silano no se apoyó en el conjunto de sus reformas, sino en la represión de Sila. Tras realizar su obra legislativa, Sila se retira a Campania (79 a. C.) donde morirá un año después. 

Sertorio y la Guerra de Hispania (80-71 a. C.)

 

Quinto Sertorio era de origen umbro, con una gran capacidad política y una personalidad carismática. Perteneciente al partido popular, en el 83 a. C. había sido designado gobernador de la Hispania Citerior por el gobierno de Cinna.

En el 81 a. C. Sertorio tuvo que retirarse de Hispania tras la ofensiva dirigida contra él por Sila, pero después de diversas aventuras retornó a Hispania. Durante siete años Sertorio logró organizar aquí un gobierno, o mejor, un contragobierno que aglutinó en torno él tanto a los romanos e itálicos asentados en Hispania como a los propios hispanos, además de a muchos populares amenazados pro el régimen de Sila. A lo largo de estos años logró derrotar a los ejércitos enviados contra él primero por Sila y después por el Senado. Mientras tanto, Hispania llegó a constituir un Estado autónomo y en cierta medida, independiente de Roma. El objetivo de Sertorio no era la creación de un Estado independiente, sino que Roma reconocieses sus derechos a él y a todos los proscritos que lo secundaron.

Traidor para unos y héroe para otros, la importancia de Sertorio en Hispania en enorme, ya que aceleró el proceso de romanización de la Península, con medidas tales como la creación de una escuela en Hueca (Osca) para los hijos de las oligarquías indígenas.

 

Sertorio fue asesinado en Huesca en el 72 a. C., traicionado poco después de que Roma hubiera sancionado una ley que concedía la amnistía a los seguidores de Lépido refugiados en Hispania. 

Revuelta de Espartaco (73-71 a. C.)

 

La última y más significativa revuelta de esclavos fue la de Espartaco. A diferencia de las anteriores, su objetivo no era la constitución de un estado, sino la búsqueda de la libertad. El hecho de que la mayor parte de sus integrantes fueran tracios (como el propio Espartaco), galos y germanos, les configura como un movimiento de bárbaros, que las fuentes antiguas presentan como una horda primitiva y violenta.

 

El núcleo de la revuelta fue una escuela de gladiadores de Capua y la iniciativa la tomaron 70 esclavos que, alentados por Espartaco, huyeron al Vesubio e incrementaron sus filas en poco tiempo. Espartaco logró la adhesión de multitud de esclavos y desheredados, y gracias a sus dotes militares, consiguió durante dos años derrotar a varios cuerpos legionarios romanos. 

En el otoño de 72 a. C. el Senado confiere el mando de las operaciones a Licinio Graso, que despliega ocho legiones. Derrota a dos contingentes de esclavos e inicia la persecución del grueso del ejército de Espartaco que, a través de Lucania, se dirige hacia el mar. Posiblemente su intención fuera atravesar el estrecho de Mesina y pasar a Sicilia, pero Espartaco se vio rodeado. Los piratas cilicios se habían comprometido, mediante pago, a transportarlos en sus naves, pero no se presentaron. Graso refuerza el asedio con la construcción de un muro de 54 Km. de mar a mar, que aisla a los esclavos.

En febrero de 71 a. C. Espartaco logra abrirse paso a través del muro y se dirige con sus tropas hacia Bríndisi. Una parte de su ejército es derrotado en la Lucania, mientras Espartaco se vio otra vez obligado a marchar hacia el Sur. La batalla final probablemente se libró en Apulia o en el norte de Lucania. Las fuerzas conjuntas de Craso y Pompeyo lograron derrotar al ejército de Espartaco y la muerte de éste, si bien su cuerpo no fue encontrado. La derrota final de Espartaco culminó con la crucifixión de seis mil esclavos a lo largo de la Vía Latina.

Aunque sobrevivieron por algunos años focos menores de esclavos armados, no volvieron a tener lugar nuevas revueltas masivas de esclavos y Espartaco se convirtió en un personaje legendario.

 

 

 

 

Consulado de Pompeyo y Graso (70 a. C.)

 

Las fuerzas conjuntas de Cneo Pompeyo y Marco Licinio Graso acabaron con la revuelta de esclavos y compartieron consulado en el año 70 a. C. Consiguieron restablecer la autoridad de los tribunos de la plebe y la retirada de la constitución silana. El año 66 a. C., terminada la guerra contra los piratas (78-66 a. C.), Pompeyo recibió un segundo mandato para que reorganizara los nuevos dominios y definiera la estrategia de alianzas de Roma con los reinos orientales. El mandado de Pompeyo se prolongó hasta el año 62 a. C. El Senado le había concedido poderes absolutos así que no se limitó a adueñarse del reino de Mitríades, sino que todos los territorios de Asia Menor, del Alto Tigris y del reino seleúcida fueron objetos de sus intervenciones militares. Reorganizó los dominios romanos; así, el reino del Ponto y otros reinos vecinos quedaron convertidos en provincias de Roma. Creó también toda una red de pequeños reinos clientes, cuyos reyes fueron impuestos por él mismo.

 

Pompeyo desembarca en Italia y licencia al ejército (62 a. C.); el Senado le niega la confirmación de su nuevo ordenamiento del Oriente y la concesión de tierras a sus veteranos. Para apoyar sus exigencias, Pompeyo forma con Craso y César el Primer Triunvirato. Es el comienzo del Fin de la República.

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