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Grecia > Atenas

Ática y sus regiones

La diversidad regional que caracteriza al mundo griego durante la Época Arcaica y la falta de testimonios hacen imposible detallar cada una de las polis que conformaban el panorama helénico. La mayoría de las informaciones se refieren a los dos estados más grandes, que alcanzaron desde muy temprano el protagonismo: Atenas y Esparta. En ambas polis se puede ver el desarrollo de sus instituciones entre los s. VIII y VI a. C. , período en el que sufrieron decisivas transformaciones. El resultado final a comienzos del s. V a. C. será la emergencia de dos grandes potencias hegemónicas que van a entrar en disputa por la supremacía de la Hélade.

     Nos encontramos con dos estados muy diferentes, que representan dos modelos político-sociales divergentes:

  • Atenas representa un estado aperturista y dinámico, abierto al desarrollo de las artes y la industria y con un creciente grado de urbanización;

  • Esparta que por el contrario representa el estado inmovilista y militarista; cerrado en sí mismo, cuyo único objetivo era la expansión territorial y la autodefensa de sus muchos enemigos.

Ambas lucharán por la supremacía, sobre todo en Época Clásica. El resultado será la crisis de la polis como sistema.

Mapa de del territorio del Ática y sus regiones. 

Estructura de la Sociedad Ateniense

La desaparición de la monarquía, de la cual no se tienen demasiadas constancias, debió dar paso a un gobierno dominado por los nobles o eupátridas (“los bien nacidos”) a través del Areópago. De entre ellos, se elegía cada año a nueve arcontes o supremos magistrados. El Aerópago, feudo de los eupátridas o nobles, era presidido por el arconte basileus, quien también se encargaba de las ceremonias religiosas.

     Los ciudadanos atenienses estaban integrados en una serie de unidades que perpetuaban la organización tribal. Los atenienses conservaban una organización tribal muy antigua. Las tribus eran cuatro: Geleóntes, Hoplétes, Agradéis y Aigikoréis. Las tribus estaban divididas en fratrías (subdivisión de una tribu que tenía sacrificios y ritos propios. Eran el grupo de genos que formaban una hermandad; intermedio entre el genos y la tribu), de modo que cada ciudadano era miembro, por herencia, de una tribu y de una fratría. Al alcanzar la mayoría de edad, los jóvenes atenienses eran aceptados solemnemente como miembros de la fratría del padre, tras haber superado la prueba de filiación (procedencia de los hijos respecto a los padres).

Cada fratría asumía la defensa de sus miembros. Tenían fiestas y santuarios comunes, y el acto religioso consistía, al igual que en el genos, en una comida celebrada en común. La fratría tenía sus asambleas cuyos decretos tenían fuerza de ley, una jurisdicción y una administración. Aparece también como unidad militar.

 

 

El “genos” división ancestral de la sociedad, correspondía al grupo familiar, es decir, al mismo linaje. Estaba formada por quienes pretendían descender de un antepasado común. Cada una de las cuatro tribus estaba por tres fratrías, y a su vez, cada fratría por genos. Cada genos tenía un nombre derivado de su fundador, al cual le rendían culto como a su dios. Dios fundador, cultos religiosos y tumba común eran exclusivos de cada genos, y ningún extraño tenía acceso a los mismos. El genos poseía en común una parte del territorio de la tribu, e incluso el ganado era propiedad común. El genos administraba el trabajo de la tierra y contaba con un tesorero propio. La descendencia era por línea paterna y en caso de muerte los miembros del genos del difunto heredaban su fortuna. Dentro del genos estaba prohibido el matrimonio, excepto en caso de herederas. Los miembros del genos tenían obligación recíproca de prestarse ayuda y asistencia en caso de fuerza. Además les estaba prohibido pleitear entre sí fuera de su genos, ya que el propio genos administraba justicia a sus miembros. Cada genos celebraba asambleas para decidir sobre asuntos importantes. El jefe del genos solía ostentar el nombre de arconte, y concentraba las funciones de juez, sacerdote y comandante militar.

 

 

 

La reunión de varias fratrías emparentadas forma una tribu (phyle), la cual tenía si territorio, su dios particular y sus ceremonias sagradas.

La constitución de estas tribus era la siguiente:

  • El Consejo de ancianos (Boulé): inicialmente estuvo formado por los jefes de los gene (los más ancianos (gerontes) de la tribu. Pero en tiempos de Homero lo integraban un grupo de individuos de la naciente nobleza, lo que reforzó el elemento aristocrático y motivó que empezaran a ser llamados basileis en lugar de gerontes. El Consejo era la autoridad permanente, preparaba las decisiones de la Asamblea de la tribu y asesoraba al phylebasileis.

  • La Asamblea del pueblo (Ágora): estaba formada por varones adultos de la tribu; en tiempos de guerra, por los guerreros que participaban en la misma. Era convocada por el Consejo o por el phylebasileis cuando había que decidir cuestiones importantes: iniciar o finalizar una guerra, otorgar la araté y el gerás, ….el Consejo presentaba las propuestas y la Asamblea las aceptaba o rechazada mediante gritos de aclamación o de repulsa.

  • El jefe de la tribu (phylebasileis): era el comandante militar de la tribu a la que conducía en las guerras, y mientras durasen las operaciones militares, gozaba de máximo poder. Además de funciones militares, también las tenía religiosas y judiciales. El phylebasileis no tomaba decisiones importantes sin consultar al Consejo, y éste sesionaba en presencia del pueblo.

 

 

 

 

Las Leyes de Dracón

 

En el trascurso del s. VIII a. C. el basileys fue perdiendo sus poderes, y sus funciones recayeron en el Colegio de nueve arcontes. Los arcontes eran magistrados elegidos entre los eupátridas, y detentaban el poder ejecutivo supremo. El abuso de poder y la riqueza de los eupátridas contrastaba con el empobrecimiento de un campesinado que, junto con la creciente clase de artesanos y comerciantes, comenzaban a reclamar mejores condiciones de vida.

    A finales del s. VII a. C., y como consecuencia de la lucha entre el demos y la aristocracia, se da un nuevo paso en la formación del Estado, y se procede a la codificación del derecho vigente. El descontento popular hacía correr el riesgo de convertirse en motín, por lo que los eupátridas confiaron al arconte Dracón, en el año 621 a. C., la redacción de un código. De aquí nacerán las Leyes de Dracón, que constituyeron la primera redacción escrita del derecho consuetudinario ateniense. Dichas leyes trataban sobre delitos criminales, robos, hurtos, y los castigos que debían imponerse. También hay leyes referentes al comportamiento de los ciudadanos: se imponían castigos por la inactividad y por la vida ociosa. Éste código de leyes escritas fueron célebres por su dureza (de ahí el sentido actual de draconiano).

Esto significó un pequeño triunfo para el pueblo, aunque insuficiente, ya que los campesinos seguían vinculados a los nobles. Los pequeños propietarios que debían pedir préstamos, y que no podían pagar eran vendidos como esclavos (pasando sus propiedades a engrosar el patrimonio de los terratenientes) o quedaban adscritos a la tierra, teniendo que entregar una sexta parte de la cosecha (hectemoros) al señor.

 

 

Las reformas de Solón

 

Pero el Código de Dracón no dio satisfacción a las demandas populares. De modo que a comienzos del s. VI a. C., la lucha entre el demos y los eupátridas (stásis) había alcanzado su punto álgido. En el año 594 a. C., ante el carácter amenazador de los campesinos, se logró que Solón, célebre poeta reformador, fuese nombrado primer magistrado (arconte). Investido de amplios poderes, llevó a cabo un amplio programa de reformas sociales, económicas y políticas.

 

De este modo Solón se encargó de redactar un nuevo código con leyes de mayor alcance; por medio de la seisachtheía o liberación de cargas, el legislador suprimió las deudas de los pequeños agricultores y prohibió que un ciudadano pudiese llegar a ser esclavo. Tomó además importantes medidas agrarias, como la protección del cultivo de vid y olivo.

        Las reformas Solón fueron una serie de medidas de carácter constitucional que facilitaron la transformación del Estado aristocrático en una oligarquía de base económica, preludio de la democracia.

 

Pero lo que dio más fama a Solón fue la medida fue organizar los ciudadanos en cuatro clases según la riqueza de cada uno (expresada en medimnos o medidas de trigo). Con esta ley, Solón liquida el monopolio político de la nobleza de sangre y establece la timocracia: régimen en el que la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos será en función de su riqueza y sus rentas.

 

 

Solón. Reformador ateniense

Solón. (640-561 a. C).

Llevó a cabo la reforma agraria, constitucional, de pesos y medidas, y una revisión del derecho testamentario y de familia.

Atenas, podio de Pnix

Atenas, podio de Pnix. La Asamblea popular (Ecclesia) se reunía en la Pnix, una colina situada de camino al ágora, que contaba con un podio con escalones para los oradores. La participación, convocada por la Boulé era obligatoria y a los ausentes eran multados.

Así los ciudadanos estarán divididos en cuatro clases (quedan excluidos esclavos y metecos):

  • Pentakosiomedimnoi: eran los más ricos, aquellos que obtenían de sus tierras por los menos 500 médimnoi de productos, entre sólidos (cereales) y líquidos (vino, aceite).

  • Hippeis (caballeros): sus ingresos anuales debían estar entre 300 y 200 médimnoi. Se les llamaba caballeros porque tenían medios para presentarse al servicio militar a caballo.

  • Zeugitai: ciudadanos cuyos ingresos eran entre 200 y 300 médimnoi. Aquí se agrupaban los geomoros.

  • Thetes: clase formada por los jornaleros y los campesinos pobres.

Tras la reforma, el estado ateniense quedó formado por las siguientes instituciones:

  • Asamblea general (Ekklesía): entiende todos los asuntos de interés general y está formada por todos los ciudadanos, incluidos los thetes.

  • Arcontado: es el poder ejecutivo y está formado por nueve arcontes y un secretario, elegidos por la Ekklesía entre los Pentakosiomedimnoi.

  • Consejo de los Cuatrocientos (Boulé): es un órgano deliberativo y asesor que preparaba todos los asuntos a tratar por la Ekklesía. Estaba formado por 400 ciudadanos pertenecientes a las tres primeras clases, designados por sorteo. Se convirtió en un contrapeso político del Aerópago.

  • Areópago: conserva su función de tribunal superior en los asuntos criminales; sus antiguas funciones administrativas y de control pasarán en parte a la Ekklesía y en parte al Consejo.

  • Ejército: las cuatro clases censales formaron la base de la nueva organización militar. Los Pentakosiomedimnoi daban cuenta de los suministros y servían en la caballería; los hippeis también prestaban servicios en la caballería; los zeugitas en la infantería pesada (hoplitas); y los thetes formaban la infantería ligera (himnetes), y también prestaban servicios en la flota.

Pero la obra de Solón no fue duradera en el sentido de garantizar la paz social en Atenas. El régimen establecido por Solón tuvo dos enemigos: los eupatridas y los pequeños campesinos, que apenas acabada su obra se enardeció la agitación. Aparecieron tres partidos: los pedieos: formaban el partido aristocrático, dirigido por Licurgo, que defendía el retorno al antiguo régimen; los paralios, que eran gentes de la región marítima y que representaban los intereses mercantiles, y no iban más allá del marco establecido por Solón; y los diacrios (campesinos) que pretendían la redistribución de la tierra y la democratización del régimen político: estaba dirigido por Pisístratos, eupatrida de nacimiento.

La postura del demos en favor de una facción nobiliario u otra iba a resultar decisiva a partir de entonces para el desarrollo de la historia de Atenas. Así se explica en parte, el triunfo de la tiranía de Pisístrato.

 

La tiranía de Pisístrato

 

Las medidas de Solón no duró lo suficiente para garantizar la paz social en Atenas. El dominio de la élite aristocrático permanecía casi intacto y cada vez había más rivalidades internas. Algunos nobles ambiciones, conscientes de esta situación explosiva, aprovecharon para atraerse de su lado a la mayoría de la población.

     Este fue el caso de Pisístrato, que se apoderará de la Acrópolis en el año 560 a .C. e instaurará la tiranía. Aunque en un primer momento su gobierno fue breve, ya que paralios y pedieos se unieron contra él y lo expulsaron del país, donde estuvo desterrado durante 10 años, volvió con un ejército mercenario y derrotó a sus adversarios  en el año 546,  manteniéndose en el gobierno hasta su muerte en el año 527 a. C.

 

Durante su gobierno no abolió el orden establecido por Solón y destacó por la derrota total de la aristocracia de nacimiento: muchos eupátridas fueron desterrados y sus tierras confiscadas. Aunque no procedió al reparto de tierras, distribuyó entre los campesinos más pobres, las tierras confiscadas y aligeró la carga impositiva de la población al establecer un impuesto proporcional – el diezmo – sobre los ingresos.

Pisístrato, tirano ateniense

Pisístrato. Tirano que gobernó Atenas entre los años 546-527 a. C.Su gobierno marcó una época de paz que duró cerca de 20 años.

Para favorecer el desarrollo de la artesanía  y el comercio, se equipó a Atenas con una gran flota – tanto militar, como comercial – y se realizaron conquistas territoriales, como las de las islas de Lemos, Imbros y Naxos. Se llevó a cabo un amplio plan de obras públicas: se levantaron templos, caminos, … y Atenas se convirtió en un gran centro mercantil, artesanal y cultural. Se construyó el primer gran templo de Atenea sobre la colina de la acrópolis y se iniciaron los trabajos del templo de Zeus Olímpico.

     Con Pisístrato tuvo lugar también en Atenas un amplio movimiento intelectual y artístico que otorgó a la ciudad la supremacía en este terreno sobre el resto del mundo griego. Propició las fiestas en honor de las divinidades políadas, como Atenea. Desarrolló el culto de Dioniso, bajo cuya advocación aparecerán los primeros concursos dramáticos. En suma, se dio una cohesión a la ciudad que hasta entonces no había conocido.

El gobierno de Pisístrato marcó una época de paz de casi 20 años que fue beneficioso para Atenas y según reconoce Aristóteles, “gobernó la ciudad con moderación y más como ciudadano que como tirano”.

A la muerte de Pisístrato en el año 527 a. C., la tiranía quedó en manos de sus hijos Hipías e Hiparco, que no supieron conservar el poder heredado de su padre. La tiranía se fue debilitando y la nobleza comenzó a rebelarse.

En las Grandes Panateneas del año 514 a. C. Hiparco fue asesinado. Hipias tomó medidas muy severas contra los sospechosos, desterrando a unos y ejecutando a otros. Fueron precisamente los aristócratas exiliados quienes buscando derribar al tirano buscaron la ayuda de Esparta. Tras varias tentativas, en el año 510 a. C. consiguieron mediante la intervención armada del rey espartano Cleómenes I, que de esta manera daba comienzo la larga serie de intervenciones mutuas en la política interna de las dos grandes potencias griegas. Hipias se vió obligado a abandonar la Acrópolis, donde se había atrincherado, y a salir de Atenas. Los espartanos tomaron Atenas y restablecieron la aristocracia, a cuyo frente estaba Iságoras. Durante dos años la guardia espartana ocupó la Acrópolis y el terror hizo estragos en Atenas. Al final la demos ateniense se rebeló y Cleómenes e Iságoras fueron forzados a salir del Ática.

Las reformas de Clístenes

 

Después de caer la tiranía, la lucha social en Atenas se desencadenó con fuerza renovadora. Los Alcmeónidas (poderosa familia aristocrática ateniense) encabezaron la parte más revolucionaria del demos ático, en oposición a la nobleza reaccionaria que intentaba el renacimiento de sus perdidos privilegios, ansiosa del regreso al orden previo a Solón.

 

Monumento a los Héroes Epónimos

Miniatura del monumento a los Héroes Epónimos (s. IV a. C.) . Construido en las cercanías del Bouleuterion, conmemoraba a los héroes que daban nombre a las diez tribus clisténicas y simbolizaba la humildad de la comunidad ateniense. La selección de los diez héroes epónimos la efectuó a suertes el Oráculo de Delfos con una lista de cien hombres enviada por Clístenes. En la balaustrada del monumento se colgaban escritos, proyectos de ley, fechas y órdenes del día de las asambleas, llamadas a las armas y otros documentos de interés público.

El partido de los Alcmeónidas lo encabezó Clístenes. Aunque perteneciente a esta noble familia, se convirtió en el representante de la clase media, y es considerado el padre de la democracia ateniense. Nombrado arconte en 508 a. C. , puso en marcha una profunda obra reformista. Subdividió el Ática en tres zonas: la ciudad, el interior y la costa, cada una de ellas dividida a su vez en diez distritos, llamados tritías. Las 30 tritías formaron, en grupos de tres, diez tribus territoriales. Cada tritía tenía que proporcionar un escuadrón de caballería y un regimiento de hoplitas, al mando de un estratega. Clístenes también reorganizó las instituciones centrales del Estado. Fue abolido el Consejo de los Cuatrocientos y sustituido por el Consejo de los Quinientos.

 

Clístenes introdujo, como medida para eliminar el peligro de nuevas tiranías, el ostracismo: el destierro, decidido por votación popular, de los ciudadanos “peligrosos”, sospechosos de intenciones subversivas. La persona que se consideraba debía abandonar los límites del Ática por un período de diez años, sin perder los derechos a sus bienes.

Podemos decir que la reforma política del Ática, comenzada por Solón, fue coronada por la legislación de Clístenes. Los pilares de la organización gentilicia fueron casi destruidos en la vida social y liquidado el régimen aristocrático de gobierno.

Las reformas de Clístenes confirieron la fisonomía definitiva a la ciudad  griega al conceder la igualdad jurídica (isonomía) a todos los ciudadanos atenienses y depositar el poder en el centro de la propia comunidad.

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