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 Mesopotamia > Babilonia

Los babilonios eran gentes de lengua semita, tribus nómadas de pastores procedentes de un país conocido como Amurru, situado en el centro de la actual Siria.

Por causas desconocidas, y aprovechando el vacío político dejado por la caída del Imperio de Ur en los últimos años del III milenio a. C. se producirá un movimiento migratorio de estas poblaciones semitas, que concluirá con su asentamiento en la llanura mesopotámica.

Aquellas gentes supieron crear una compleja civilización en las fértiles llanuras de Mesopotamia. Aunque esta civilización perduró durante 14 siglos, Babilonia solo conoció dos etapas de gran esplendor: una primera, la que llevó a la creación del imperio, y otra, la neobabilónica, en las que sus fronteras llegaron hasta Egipto.

Babilonia llegó a ocupar durante su trascurso histórico la casi totalidad de la zona media y sur de Mesopotamia. Llanura de unos 80.000 kilómetros cuadrados que había sido la cuna de la civilización sumeria y el asiento de diferentes pueblos semitas.

Babilonia es una ciudad gobernada por una dinastía amorrita que se impone sobre las demás, en este caso Uruk, Larsa, Eshhunna, Assur y Mari, unificando un amplio territorio, de forma que Hammurabi adopta el título de Rey de las Cuatro Regiones. Tras repetidos ataques de las tribus casitas y los deseos de las ciudades de recuperar su independencia, esta I dinastía babilónica sucumbe ante el ataque del rey hitita Mursili I que en 1595 a. C. destruye Babilonia.



Antes de la llegada de Hammurabi, estos beduinos de las montañas no conocían las formas de vida sedentaria. Hay algunos fenómenos claros como el mercenariado, una estructura patriarcal, una organización tribal, etc.. Hammurabi llevará a cabo grandes reformas en la estructura social y económica de Babilonia.

La ciudad de Babilonia

 

A mediados del I milenio a. C. Babilonia se había convertido en el corazón espiritual e intelectual de la antigua Mesopotamia. Era el centro cósmico, el símbolo de la armonía del mundo, nacido de la pujanza de su dios supremo, Marduk, vencedor de las fuerzas del caos y organizador del universo.

 

La mayor parte de los restos arqueológicos que conocemos en la actualidad pertenecen a la Babilonia construida por el rey Nabopolasar (626-605 a. C.) y por su hijo Nabucodonosor II (605-562 a. C.), este último puso en marcha una activa política de embellecimiento urbano.



Estrechamente asociada al Éufrates, Babilonia era una aglomeración urbana localizada en su ribera izquierda. La ciudad estaba amurallada, compuesta por tres muros de ladrillo y adobe, más un foso relleno de agua. Las murallas internas disponían de ocho puertas para acceder a la ciudad. Sabemos que cinco de ellas llevaban el nombre de los dioses más importantes del panteón mesopotámico: Ishtar (gran diosa del amor y de la guerra), Marduk (dios nacional babilónico), Shamash (dios de la justicia), Adad (dios de la tormeta) y Enlil (la gran divinidad del panteón sumero-acadio). Otras dos puertas estaban dedicadas a divinidades de antiguos centros religiosos situados en la dirección que éstas indicaban: Zababa y Urash. La octava puerta era la del Rey.



Puerta de Ishtar

La Puerta de Ishtar , consagrada a la diosa de la guerra, estaba situada al norte de la ciudad, y era una puerta doble flanqueada por altas torres almenadas. Sus dos bastiones estaban revestidos de cerámica vidriada de tonos azulados, presentando como decoración figuras de toros, símbolo del dios Adad, y de dragones fantásticos, el animal sagrado de Marduk.


Estaba precedida por un tramo de la llamada Vía Procesional. Por ella desfilaba todos los años la estatua del dios Marduk en la fiesta de Año Nuevo. A lo largo de 180 m. , esta avenida estaba bordeada por una serie de murallas decoradas en su parte baja con unos frisos de leones., realizados con ladrillos esmaltados. Esta avenida era la espina dorsal de la ciudad: procedente de la Puerta de Ishtar formaba un gran eje que conectaba los puntos principales de la ciudad (palacio, Esagil y zigurat).

Ha sido reconstruida en el Museo de Pérgamo de Berlin, utilizando los ladrillos esmaltados hallados en e lugar. 

Entre los edificios civiles hay que destacar el gigantesco palacio de Nabucodonosor II (604-562 a. C.), levantado junto a la Vía Sagrada. Se trataba de un gran complejo de cinco edificios, con diferentes aposentos reales y otras estancias, construido todo con maderas nobles y metales preciosos y adornado mediante inmensos paneles de ladrillos vidriados en tono azul. Uno de estos edificios albergaba el Salón del Trono, lujosa e inmensa estancia, donde según algunos autores murió Alejandro magno.



En este edificio se encontraba la biblioteca y el museo particular que Nabucodonosor II había creado, llamada “Gabinete de maravillas de la humanidad”, con piezas de arte babilonio, hitita, asirio y sumerio.

En el sector noroeste del gran palacio se hallaban los llamados “jardines colgantes”, dispuestos en terrazas de distintos niveles sobre una montaña artificial, que eran visibles desde cualquier punto de Babilonia. Se dice que los había mandado construir el rey para su esposa, la princesa Amytis, hija de un  rey medo, para que no sintiese nostalgia de los árboles y flores de su lejano país.

El centro religioso: el Esagil y el Etemenanki

 

Marduk es el dios principal del panteón babilónico y patrono de Babilonia. Pero no será hasta II milenio a. C., cuando llegue al trono el rey Hammurabi (1792-1750 a. C.) cuando se convierta en dios nacional de los babilonios. 

El espacio reservado al culto en Babilonia era considerable, pues la ciudad contaba con 43 templos principales, así como numerosas capillas y altares. El corazón religioso estaba ubicado en el barrio de Eridu, al sur del palacio meridional. En él se encontraban los dos santuarios más importantes: el Esagil y el gran zigurat Etemenanki.



 

El Esagil o “Casa de la Alta Cúspide”, era el santuario bajo del dios Marduk. Estaba formado por un edificio principal, de planta cuadrada, organizado en torno a un patio central. Alrededor de este se repartían las salas y galerías. Era la sede del dios nacional babilónico, y formaba parte activa de las fiestas y rituales que se desarrollaban en la ciudad a lo largo del año. La fiesta más importante era la de Año Nuevo, llamada akitu por los babilonios, celebrada a comienzos de la primavera.

Templo de Marduk - Etemenanki

Reconstrucción del Templo de Marduk en Babilonia, llamado por los babilonios Etemenanki, edificio conocido como Torre de Babel, gracias a la tradición bíblica. 

Junto al Esagil, se encontraba el gran zigurat o templo alto de Marduk. Los babilonios lo llamaron  Etemenanki (“Casa Fundamento del Cielo y la Tierra”), edificio conocido en nuestros días como Torre de Babel, gracias a la tradición bíblica. A este recinto sagrado se accedía por alguna de las doce puertas repartidas a lo largo del muro, que lo aislaba del resto de la ciudad.


El zigurat era un monumento religioso de la antigua Mesopotamia en forma de alta terraza con varios niveles y un templo sobre la cima, al que se accedía por rampas o escaleras.
El material de construcción era el adobe, que una vez secado al sol, se colocaban en hiladas entre las que se intercalaban lechos de cañas y otros elementos vegetales para reforzar la cohesión interna y la solide de la construcción. Con esta técnica se construía el núcleo del monumento, que se revestía con una gruesa capa de ladrillos cocidos en hornos, mucho más resistentes.
El término “zigurat” procede del sustantivo acadio ziqqurratu, que se puede traducir como “templo-torre” o “cima de la montaña”.

Alrededor del Esagila y del Etemenanki se levantaron otros numerosos templos, hospederías, almacenes y dependencias, que hacían del enclave una verdadera “ciudad sagrada”, separada del resto de la ciudad por una muralla.Al conjunto monumental religioso de Babilonia se llegaba a través de una majestuosa Vía Sagrada o procesional, que tenía su arranque en una de las puertas más importantes de la ciudad, la dedicada a la diosa Ishtar. Esta Vía era ruta obligada en las procesiones u festividades religiosas que, en honor de Marduk, se celebraban todos los años (fiestas de Año Nuevo). Medía 23 m. de anchura y más de 1 Km. de longitud y transcurría encajonada entre altos muros de ladrillos decorados con figuras de fieros leones. La pavimentación de ladrillos y losas de piedra fina contribuía a la magnificencia de la Vía.

Relieve de leones en la Vía procesional

Relieve esmaltado de

uno de los leones que decoraban la Vía procesional de Babilonia en la época de Nabucodonosor II (605-562 a. C.).

 

El león era el símbolo de la diosa Ishtar.

La compleja historia de Babilonia, que conoció diez dinastías, se puede dividir en cinco grandes períodos:



Paleobabilónico (1894 - 1595 a. C.)

Mesobabilónico (1595 - 1026 a. C.)

Época Oscura (1027 - 625 a. C.)

Neobabilónico (626 - 539 a. C.) 

​Época Persa

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