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Primer Período Intermedio (2181-2055 a. C.)
Egipto atravesó casi todo el milenio como un Estado unitario donde la monarquía faraónica parece haber tenido una aparente estabilidad. Sin embargo, a finales del III milenio a. C. el Estado se descompone en un breve espacio de tiempo y es sustituido por varios poderes regionales enfrentados entre sí, de los que surgirán dos reinos con base en Heracleópolis Magna y Tebas. Del combate entre ambos surgirá victoriosa Tebas, lo cual dará lugar al Imperio Medio.
Es una época donde el poder está descentralizado y transcurre entre el Imperio Antiguo y el Imperio Medio. Podemos dividirlo en tres fases: la primera, época de descomposición rápida del régimen del Imperio Antiguo, destaca por los conflictos sociales e invasiones extranjeras (dinastías VII y VIII – unos 40 años). La capital sigue siendo Menfis. La segunda fase (dinastía IX y X - Heracleopolitana) (2160-2025), los príncipes de Heracleópolis consiguen adueñarse del poder. Conoce un corto período de calma, pero vuelven las luchas intestinas. Una parte de Egipto es ocupada por los extranjeros y los nomos que permanecen independientes luchan entre sí: unos reconocen la autoridad de Tebas, otros la de Heracleópolis.La tercera y última fase contempla el triunfo de una nuevas dinastía en Tebas, la Dinastía XI - Tebana (2125-2055), que tras haber reinado solo en la mitad sur de Egipto, consigue eliminar a la dinastía X de Heracleópolis y gobernar sobre el conjunto del país, manteniendo a Tebas como capital.
El Primer Período Intermedio ha sido denominado el período de las regiones, ya que el poder estaba en manos de los nomarcas. Y es que una de las principales características de esta época es que los centros provinciales cobran una gran importancia en la política del país, con la aparición de múltiples poderes locales.
La llegada al poder de la VI dinastía parece haber ocurrido en un trasfondo de inestabilidad política. El crecimiento de la Administración y de los polos de poder en provincias hizo que se produjera el alargamiento de las cadenas de mando y de circulación de información, una mayor delegación de poder y de responsabilidades en las autoridades provinciales y de parte de los tributos. Además, los diversos polos de poder presentes en las provincias, en especial los templos, pudieron comenzar a desarrollar estrategias e intereses propios.
Así, el impulso económico y administrativo proporcionado por los reyes de la VI dinastía a las provincias, pudo desencadenar complejos procesos políticos, sociales y económicos que cristalizaron en una mayor acumulación de recursos en las provincias y la aparición de múltiples pequeñas cortes provinciales.
Mentuhotep II, de Tebas, cerca de 2040 a. C. conquista Heracleópolis, y unifica todo Egipto bajo su mando; es el comienzo del Imperio Medio.
Tumbas de los nomarcas de Elefantina, Primer Período Intermedio. Los mayores testimonios de este período los podemos ver en las tumbas de los nomarcas. Entre los mayores grupos de tumbas encontramos los de Elefantina. Esta isla, que fue capital del distrito y desarrolló un importante papel como "puerta de Nubia", estaba regida por nomarcas que se hicieron excavar grandes tumbas en la roca de la orilla occidental, frente a la ciudad de Assuan. Las grandes rampas monumentales sobresalen de la arena (Qubbet el Hawa). Las escaleras, con una rampa central para remolcar el sarcófago y el corredor funerario llevan a las tumbas, unidas, de los normarcas Makhu y su hijo Sabni.
