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 Mesopotamia > Período Mesobabilónico 

​Período Mesobabilónico (1595 - 1026 a. C.)​

 

​Este período abarcará el gobierno de tres dinastías (de la II a la IV), siendo el hecho más trascendente la presencia de una dinastía extranjera, los kasitas. Babilonia, durante la segunda mitad del II milenio a. C. estará marcada por el dominio ejercido por los kasitas. Se trata de una nueva etnia de origen desconocido, aunque se les considera un grupo oriundo de la región de los montes Zagros, en el oeste de Irán.

 

La dinastía kasita (1595 – 1154 a. C.) convirtió Babilonia en una gran potencia y mantuvo estrechas relaciones con otros reinos del Próximo Oriente y Egipto. Tras el hundimiento de la dinastía kasita, el siguiente período estará marcado por la sucesión de varias dinastías autóctonas. Este hecho era una novedad, puesto que la hegemonía política en Babilonia había estado siempre en manos extranjeras (amorreos y kasitas). El poder fue reclamado por una dinastía originaria de Isin, ciudad situado a 100 Km. al sur de Babilonia. Así nació la dinastía de Isin (1154 – 1027 a.C.). El cuarto rey de esta dinastía, Nabucodonosor I (1126-1105 a. C.) será el más importante y el restaurador de su prestigio.  

La Dinastía Kasita (1595-1154 a. C.)



La decadencia de la dinastía babilónica permitió a los kasitas asentarse en el noroeste. Los primeros reyes kasitas (Gañidas. Augum I, ...) fueron contemporáneos de los últimos reyes de la dinastía de Hammurabi. Solo cuando  Mursili I en 1595 a. C. conquistó la ciudad y se retiró después a su reino, pudieron los kasitas ocupar el vacío de poder. 


Los primeros reinados de los nuevos monarcas, que desde entonces pasó a denominarse (en lengua kasita) Karduniash, fueron en primer lugar Augum II en torno al 1571, el cual obtuvo una victoria sobre el reino de Hana, hecho que produjo una teórica soberanía política. Augum II fue sucedido por Burnaburiash I quien firmó un tratado de alianza  con Asiria, que incluía una delimitación de fronteras.

A comienzos del s. XV a. C. los reyes Ulam-Buriash y Augum III, lucharon en el País del Mar, el cual consiguieron someter a su control, con lo que la reunificación de la Mesopotamia centro-meridional quedaba de nuevo realizada. Los dominios de Babilonia se extendían también en la comprendida entre el Zagros y el Tigris, por lo que el reino de Babilonia (Karduniash) ocupaba un lugar importante con respecto a las demás potencias presentes.



 

Bajo el reinado de Kurigalzu I (h. 1380 a. C,) encontramos la fundación de una nueva capital. Se trata de la antigua ciudad de Dur-Kurigalzu, situada a más de 100 Km. al noroeste de Babilonia. La nueva fundación se convirtió en la capital administrativa hasta que fue incendiada por los elamitas en el 1170 a. C.

 

Aquí se halla el zigurat de Dur-Kurigalzu, que tiene el mérito de ser el mejor conservado de Mesopotamia en lo que se refiere a la altura del monumento. En la actualidad, el núcleo que aún subsiste de este edificio construido con adobe, se eleva 46 metros sobre la explanada que lo rodea. Los estudios sugieren que el zigurat estaba formado por tres pisos de 20, 15 y 12 m. de altura respectivamente. En último lugar, sobre esta torre escalonada se alzaba una capilla, hoy desaparecida, que daba lugar a un espectacular monumento. 

 



Zigurat de Dur-Kurigalzu

Zigurat de Dur-Kurigalzu 

La presencia de la dinastía kasita no supuso una ruptura con la tradición anterior. Restaurado el orden interno, los reyes kasitas adoptaron inmediatamente la civilización de raíces sumerio-acadias de la baja Mesopotamia. ​Introducción del caballo a gran escala, que supuso una de las innovaciones que revolucionó no solo el arte de la guerra, sino también sectores de la vida social y política. 

 

La sociedad kasita está marcada por la existencia de una casta militar que recibe propiedades libres de cargos. Adquiere importancia la cría de caballos y la fabricación de carros, que se convierte en una obligación exigida por el estado. Hay pues, una nobleza guerrera entorno al rey, y toda una serie de industria armamentística. La familia eran unidades de tipo clan, con una propiedad territorial que se transmite por herencia, según una línea patrilineal.

 

Kudurru casita. Piedra Michaux

Característico de los kasitas de Babilonia es el Kudurru que significa literalmente“linde”.Se trata de pequeños monolitos pétreos (algunos no llegan a los 50 cm.), que además de poseer una inscripción cuneiforme están decoradas con toda una serie de símbolos de carácter religioso (astros, tiaras con cuernos, animales reales o fantásticos, etc..). También hay escenas figuradas en las que puede aparecer el rey, algunas divinidades, e incluso el beneficiario de la transacción a la que hace alusión la estela.

 

El kudurru casita eran inscripciones grabadas que hacían referencia bien a donaciones de tierras por parte del rey, bien a la exención del pago de impuestos como recompensa a servicios prestados por parte de miembros de la familia real, sacerdotes, militares, etc..El texto en cuestión suele contener dos partes: una donde se describe la operación efectuada (donación o exención) y otra en la que se realiza una maldición divina contra aquel que no respete, o altere, dicha operación. 

        En ocasiones se ha llegado a afirmar que el kudurru tenía una función de mojón y que como tal este debía situarse en las tierras aludidas por la inscripción. Esta idea es, sin embrago, incorrecta, como ha demostrado la arqueología. Algunos de ellos han sido hallados en el interior de templos, donde debían ser custodiados por los dioses en caso de reclamación. 

Piedra Michaux, famoso kudurru de época kasita. Fue uno de los primeros textos cuneiformes llegados a Europa a finales del s. XVIII.

Biblioteca Nacional de Francia. París 

Entramos en la Época Oscura (1027 - 625 a. C.), un largo período de cuatro siglos, caracterizado por la presencia de dinastías extranjeras (desde la V a la IX) y los ataques de pueblos arameos. Las injerencias de los asirios, la otra gran potencia de Mesopotamia, y la presencia esporádica de los elamitas exaltaron las ansias independentistas de los babilonios, que lograron al fin expulsar a los dominadores.
 
Durante los primeros siglos del I milenio a. C. las relaciones entre Asiria y Babilonia pasaron por diversos estadios, desde los acuerdos de respeto mutuo a la dominación, de la primera sobre la segunda.


Será a partir del año 814 a. C. cuando la política de concordia dará un giro radical con la actuación destructiva del rey asirio Shamshi-Adad V sobre Babilonia, que dejará el campo libre a las tribus caldeas instaladas en el sur. En este escenario de rivalidad entre una Asiria cada vez más imperialista y unas tribus caldeas que aspiraban a una independencia política, nacerá en el 626 a. C. un nuevo Estado, que conoceremos como neobabilónico o caldeo.

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